Autor: Idoia Ortiz de Artiñano
En nuestra opinión, cambiar la forma en que se diseñan los pliegos de compra pública podría tener un impacto transformador en nuestro sistema. La Compra Pública de Innovación (CPI), concursos de proyectos y sistemas de homologación son herramientas útiles, pero si realmente deseamos abrir el mercado de proveedores digitales para la innovación emprendedora en la administración pública, debemos replantearnos cómo se validan y valoran las ofertas. Lo mejor es que la Ley 09/2017 de Contratos del Sector Público (LCSP) lo permite, e incluso lo fomenta.
En este artículo, compartimos algunos puntos cruciales para tener en cuenta al diseñar una licitación que permita a las pequeñas empresas que ofrecen innovación tecnológica competir de manera justa. Al hacerlo, no solo abrimos el mercado a startups, scaleups y pymes digitales, sino que también garantizamos que adquirimos la mejor innovación. Esperamos que estos consejos sean útiles tanto para los equipos de gobierno que buscan ampliar su oferta como para las startups, scaleups y pymes digitales que desean vender sus soluciones a las administraciones públicas.
1. Solvencia: ¿realmente se necesita pedir la luna?
Solvencia económica: A menudo, se exigen requisitos de solvencia económica desproporcionados para contratos de baja cuantía. La LCSP establece un límite máximo, pero no un mínimo en términos de solvencia económica. Una empresa joven que ha dedicado tiempo a la investigación y desarrollo puede tener una solución más sólida que una empresa que recién comienza a desarrollar una tecnología desde cero. Además, para contratos que no están sujetos a regulación armonizada, la LCSP permite a empresas con menos de cinco años de existencia presentar un seguro de responsabilidad civil en lugar de una solvencia económica específica (artículo 86 LCSP).
Solvencia técnica: Muchos pliegos aceptan la experiencia técnica basada en la Clasificación Común de Productos y Servicios (CPV), que abarca una amplia gama de categorías. Sin embargo, sería beneficioso también requerir experiencia en el desarrollo de un producto o servicio específico como solvencia técnica. Muchas empresas emergentes, a pesar de tener poca experiencia como entidad, acumulan años de experiencia tecnológica entre sus empleados. De hecho, para contratos no sujetos a regulación armonizada, la Ley permite a las empresas con menos de cinco años demostrar su capacidad técnica de otras maneras (artículo 90 LCSP).
2. Criterios de Adjudicación: Más allá del precio
Precio y fórmula: La LCSP establece que al menos el 51% de los criterios deben ser automáticos, pero no especifica que el precio deba tener al menos el 51% de peso. Sin embargo, muchas instituciones terminan dando un peso desproporcionado al precio, lo que convierte las adquisiciones públicas en subastas. Esto es inadecuado para la adquisición de innovación tecnológica, donde la calidad es primordial. La LCSP otorga flexibilidad y no establece un mínimo de peso para el precio. En nuestra opinión, el precio no debería superar el 35% y, en algunos casos, incluso menos.
Respecto a la fórmula de cálculo de puntos por precio: En lugar de fórmulas lineales que recompensan cualquier reducción de precio, sugerimos fórmulas que desincentiven descuentos excesivos a partir de cierto punto. Esto evita premiar a empresas que compiten solo por precio y no por calidad.
Las mejoras: Si el precio tiene un peso del 35%, es necesario asignar un 16% adicional a criterios automáticos. En lugar de pedir más cantidad por el mismo precio, las mejoras deberían centrarse en la calidad. Por ejemplo, horas de formación, acompañamiento y asesoría, o perfiles profesionales específicos. Estas mejoras deben ser asumibles tanto para empresas grandes como para pequeñas.
3. Criterios Subjetivos: Valorar la calidad
Valoración de la calidad: Comparar software o innovación tecnológica no es una tarea sencilla al leer una memoria escrita de 100 páginas. Es esencial interactuar con el proveedor y realizar pruebas de concepto para evaluar la calidad. Este enfoque también es aplicable a los servicios de consultoría, especialmente en el ámbito de la innovación. Entrevistas que demuestren el cumplimiento del 80% de las funcionalidades requeridas o el conocimiento de metodologías pueden ser útiles para garantizar la capacidad técnica del proveedor.
La prueba de concepto y la reunión online o presencial es todavía más relevante en la era del ChatGPT. Gracias a la inteligencia artificial generativa cualquiera puede crear una memoria de lo que sea desde cero. ¿Qué valor tienen a día de hoy las memorias técnicas en las propuestas de licitación para valorar la calidad del trabajo del ofertante? Poca. Afortunadamente, ya hay referentes de todo esto, pero sigue siendo una práctica poco conocida.
4. Calendario de pagos: nunca al final
El calendario de pagos puede ser un obstáculo importante para startups y scaleups, que dependen del flujo de efectivo. Para atraer a estos proveedores, es beneficioso establecer un calendario de pagos mensuales o bimensuales en lugar de concentrar todo el pago al final del proyecto.
Estos cambios en la forma de diseñar pliegos permiten una competencia más inclusiva y aseguran que los mejores ofertantes sean seleccionados en función de la calidad y el valor que ofrecen. Cambiar de una compra pública centrada en el precio a una basada en la calidad es crucial, especialmente cuando se trata de innovación tecnológica.
En GOBE, estamos comprometidos en fomentar este cambio cultural en la contratación pública. Si tienes ideas adicionales para promover esta transformación, no dudes en ponerte en contacto con nosotros en hello@gobe.studio. ¡Juntos podemos lograr un cambio significativo en la adquisición de innovación tecnológica!